Sarmiento y Unamuno

Buenos Aires: Ediciones Pleamar, 1963. Rústica con solapas. Usado - Muy bueno. Silvio Baldessari. Ejemplar firmado por el autor. ensayo 238 páginas. Ejemplar con dedicatoria firmada por el autor. Diseño de tapa: Silvio Baldessari. "Acudo a esta tercera edición de Sarmiento y Unamuno —anticipa Dardo Cúneo en el prólogo— presentando, en verdad, un libro nuevo". Sobre las estrucuras y direcciones no enmendadas de las ediciones anteriores, el autor se ha detenido a remarcar significados que se habían demorado en aquéllas, adviniéndonos que "las experiencias, o los mundos, de Sarmiento y Unamuno no son, por otra parte, de los que pueden descansar en textos definitivos". "El libro que los enlaza, que procura volverlos a presentar, es decir, a representarlos, mal podía reincidir —agrega— en nuevas ediciones sin cargarse de nueva vida, sin rehacer los pasos de aquéllos en un plano de renovada vigencia de sus significados; sin dar paso, en una palabra, a impresiones, sugestiones, interpretaciones que derivan del hecho de que tanto Sarmiento como Unamuno, y, a la vez, los dos, enlazados en la forma que aquí se dan, son vida y realidad en curso, actos —y actores— en plena marcha". A sus calidades propias de ensayo literario, advertidas por la crítica continental al comentar sus anteriores ediciones, este enlace original y exhaustivamente trabajado de Sarmiento y Unamuno, suma el oportuno mérito de fijar, con claridad, los problemas de nacionalidades que se niegan a renunciar a sus replegados o latentes esencias. Unamuno, hombre con respaldo de tradiciones, concurre eficazmente a explicar a Sarmiento, hombre que se debate frente a la falta de tradición. "Hermanos en la contradicción", Unamuno ayuda a rescatar al Sarmiento diferente que quedará oculto, por su fórmula simple de Civilización y barbarie. Detrás de esa fórmula está el Sarmiento —pleno de energías e intuiciones— que Dardo Cúneo rehace y presenta a las nuevas generaciones. Un Sarmiento que justifica a Urquiza y a Rosas, que exalta al Chacho, que se identifica, al fin, con Facundo.